La donaciones se disparan en Canarias por miedo a una armonización del ISD a nivel estatal

La posibilidad de que se establezca un impuesto de sucesiones y donaciones a nivel estatal que incluya un tipo mínimo, anunciada por el Gobierno (que ya planea negociar esta medida de cara al verano) empieza a dejarse notar: las donaciones se han disparado en comunidades autónomas como Canarias, en busca de un ahorro fiscal para las familias y como reacción ante esta tendencia que, como veremos, no es nueva y emana de organismos como el FMI o la OCDE.

Te contamos los detalles y recordamos cuál es la fiscalidad de las herencias y donaciones en Canarias en la actualidad. Para cualquier duda, puedes ponerte en contacto con nuestro despacho de abogados en Las Palmas.

¿Hacia un impuesto de sucesiones y donaciones estatal?

El punto de partida de esta nueva tendencia es el anuncio, por parte del Ejecutivo, la posibilidad de establecer un impuesto de sucesiones y donaciones a nivel estatal que incluya un tipo mínimo obligatorio.

Se trata de una medida que busca esquivar el efecto de las bonificaciones y ventajas fiscales que actualmente aplican muchas comunidades autónomas, especialmente en materia de sucesiones. Así, de forma similar a lo que ya ocurre con el impuesto sobre el patrimonio (de gestión autonómica) y el impuesto temporal de solidaridad de las grandes fortunas (creado a nivel estatal con el mismo fin), el Gobierno trata de evitar la práctica exención de la que disfrutan muchas contribuyentes en distintas autonomías en materia de sucesiones y donaciones. 

Además, gracias a esta medida se aseguraría una mayor homogeneidad entre las distintas comunidades autónomas.

Aumentan las donaciones en Canarias como respuesta al Gobierno

La respuesta de los contribuyentes a este anuncio (que, en realidad, no es nuevo, pero comienza a tomar forma) no se ha hecho esperar: según los últimos datos del Consejo General del Notariado (CGN), durante el pasado 2024 el número de donaciones fue de 199.448, una cifra récord (no se había registrado antes) y hasta un 15% superior a la de 2023. Además, tal y como explica ElEconomista, las donaciones «venían de un período de estabilidad tras realizarse prácticamente el mismo número de operaciones en 2021 (175.076), en 2022 (173.628) y 2023 (173.195).»

Los asesores fiscales, por su parte, confirman esta tendencia a través de la encuesta elaborada por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) y el Instituto de Economía de Barcelona (IEB), en la que se comenta que hasta el 55% de estos profesionales aseguran que las donaciones han crecido en sus autonomía en el último año.

El caso de Canarias, según los datos del Notariado, se trata de la quinta comunidad autónoma en la que más aumentaron las donaciones en 2024 con respecto al ejercicio 2023, donde la variación porcentual fue de más de 17 puntos, pasando de las 8.343 a las 9.785 operaciones.

Ocurre que las autonomías en las que más aumentan las donaciones suelen corresponderse con aquellas en las que existen bonificaciones mayores. Es el caso de Canarias: desde el pasado 6 de septiembre de 2023 se encuentra en vigor una bonificación del 99,9 % para las donaciones, que se aplica a los contribuyentes incluidos en los grupos I y II (descendientes y adoptados menores de 21 años, en el primer caso; y cónyuge, descendientes o ascendientes del causante, en el segundo caso), siempre que se lleve a cabo mediante escritura pública.

Además, en Canarias, también desde el pasado 6 de septiembre de 2023, se encuentra en vigor una bonificación del 99,9 % de la cuota tributaria en materia de sucesiones (sin límite en función del importe de la herencia) para los Grupos I, II y III (el Grupo III incluye a hermanos y sobrinos del causante, entre otros).

El resto de autonomías donde más crecieron las donaciones el año pasado fueron Asturias (hasta un 68%), Comunidad Valenciana (48,7%), Aragón (35,2%) y Baleares (24%), seguidas de Canarias, con su 17,5%. 

¿Cómo es el impuesto de sucesiones estatal que plantea al Gobierno central?

La propuesta de armonizar el impuesto de sucesiones parte del ministerio de Hacienda, que convocará un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) el próximo mes de julio en el que se podría debatir sobre este punto.

Lo cierto es que no se trata de una idea nueva, y tampoco es España el único país que la plantea. De hecho, la propia OCDE recomendó en 2021 reducir las exenciones y desgravaciones fiscales de este impuesto, argumentando que «no tienen una justificación sólida» y que «tienden a ser regresivas». Posteriormente, el Libro Blanco sobre la Reforma Tributaria 2022 hizo referencia a la necesidad de acometer «una reforma que permi­ta superar las actuales deficiencias que impiden garantizar una tributación efectiva de la riqueza», en referencia tanto al impuesto de sucesiones y donaciones como el impuesto sobre el patrimonio, que serían los dos tributos encargados de gravar la acumulación de riqueza y su transmisión.

Entre otras cosas, se critica que la regulación de muchas cuestiones básicas del tributo se mantienen intactas desde hace décadas (en concreto, desde 1987), lo que determina «una falta grave de actualización y adaptación a los cambios sociales y económicos acaecidos des­de entonces».

«No se han modificado ni las bases imponibles ni las tarifas previstas en la normati­va estatal, pese a que la renta per cápita se ha multiplicado prácticamente por tres en ese período de tiempo, ni sus elementos estructurales esenciales y, en consecuencia, su diseño está obsoleto», asegura el Comité encargado de la redacción del Libro Blanco.

Hay que tener en cuenta que la postura de la OCDE, así como la del FMI, parten de la idea de que la función de la imposición personal sobre la riqueza, y en particular, de figuras como el impuesto sobre el patrimonio y el impuesto sobre sucesiones y donaciones como instrumentos redistributivos que mitiguen los efectos adversos del incremento de la de­sigualdad sobre la equidad, la eficiencia y el crecimiento económico.

«Como ha señalado el FMI (2017), el crecimiento y la reducción de la desigualdad no son objetivos incompatibles, sino más bien lo contrario, ya que un nivel excesivo de desigualdad erosiona la cohesión social, provoca polarización política y, en última instancia, lastra el crecimiento económico.»

Esta tendencia fiscal ha sido recogida por el PSOE, que aboga por una armonización del impuesto que garantice una tributación mínima, si bien habrá que esperar para conocer la letra pequeña de esta medida y la forma en que podría instrumentarse, si es que llega a materializarse. Hay que poner en valor la oposición frontal por parte de otras formaciones políticas y, particularmente, del Partido Popular, así como la escasa popularidad de este impuesto, que históricamente ha sido el menos valorado por los ciudadanos españoles debido a una percepción de ‘doble imposición’.

Si necesitas asesoramiento a la hora de planificar cualquier donación o herencia, ponte en contacto con nuestro equipo de abogados en Las Palmas.